Luego de un año de duras
batallas contra la canalla apátrida y sus jefes imperiales, período durante el
cual los venezolanos han soportado todo tipo de embestida de quienes pretenden
llegar al poder por la vía del robo, el despojo, el golpe de Estado, el bloqueo
económico, las sanciones imperiales, la invasión militar extranjera, el
magnicidio o cualquier otra forma (menos por los votos); llegan las navidades
con un Nicolás Maduro gobernando, triunfante y brindándole al pueblo asistencia
solidaria para unas felices navidades.
Prueba de ello -me consta-
es que en muchas comunidades les coincidió en la misma semana: la caja Clap, el
pernil, el 3er mes de aguinaldo de la pensión, el medio Petro y los juguetes
para las niñas y niños; ello ha ocasionado que los chavistas anden felices gozando
un puyero, mientras que los escuálidos disimulan ese gozo poniendo cara de distraídos
cuando reciben el beneficio para después salir corriendo a las redes sociales a
soltar en forma de sátiras y críticas todo ese ácido que les consume en alma y
el espíritu.
Desde el mismo mes de enero,
el presidente Maduro con la mirada en el horizonte dijo: “Nervios de acero, calma
y cordura, máxima conciencia y movilización permanente”, elementos claves para
resistir y a la postre desmantelar los planes desarrollados por los adversarios
políticos y terminar este año como lo estamos haciendo: alegres y en paz, con
Nicolás en Miraflores y con la oposición vuelta flecos.
¡FELIZ NAVIDAD PARA TOD@S!
H.B.
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