En
torno al destruido poder adquisitivo de asalariado venezolano,
surgen
diversas
propuestas
para
dizque “garantizar”
a
este un
salario digno;
la mayoría de las
mismas
giran en torno a una
salomónica indexación
o anclaje del Bs a tal o cual moneda.
Tales propuestas suenan bonito al oído del asalariado público, pero llama la atención que estas se hacen obviando un “pequeño detalle”: el caudal de sanciones impuestas por el gobierno norteamericano (más de 900) -y que según sus propios voceros- estas son para destruir la economía del país, pulverizar la moneda nacional, y evitar que el gobierno encabezado por Nicolás Maduro pueda obtener auxilios del sistema financiero internacional para solventar las necesidades normales de una nación o las inducidas por el propio bloqueo.