Arqueólogos han descubierto una serie de petroglifos
chinos hechos hace 3300 años.
Las excepcionales inscripciones fueron
registradas en el área del Monumento Nacional de la ciudad de Albuquerque, en
Nuevo México (sur de EE.UU.), que protege una gran cantidad de recursos
naturales y culturales; conos volcánicos, yacimientos arqueológicos y
aproximadamente unas 25.000 imágenes creadas por los pueblos indígenas y
los primeros inmigrantes españoles.