En una Comarca del Territorio Global, con coincidencias y diferencias sus habitantes convivían y tenían un gobierno dado por ellos a su modo y manera; la Comarca estaba bendecida por cuantiosos recursos naturales que poseía, los cuales eran ambicionados por un Jerarca Imperial muy poderoso, conflictivo y acostumbrado a despojar a otros de sus riquezas a cambio de “la libertad” pero bajo términos y condiciones que a su vez imponía.
En épocas anteriores, gracias a jefes complacientes e incompetentes de la Comarca en ese entonces, el Jerarca Imperial usufructuó a placer los recursos y riquezas pertenecientes a los “comarqueros”, pero el surgimiento de un líder amoroso por la Comarca y su historia, revirtió esa situación y la Comarca recuperó la verdadera libertad y así también el dominio de sus riquezas y bienes naturales.