Las políticas
económicas de Keynes que conllevaron a lo que se conoce como el Estado de
bienestar, tenían como objetivo salir de la embarazosa crisis que vivía el
sistema capitalista mundial, fundamentalmente en los Estados Unidos debido al
Crac de 1929.
Esencialmente, el
capitalismo entraña la acumulación de capital, la riqueza, las ganancias exorbitantes
y por ende, su ética es el lucro e incluye las prácticas especulativas, en
pocas palabras: el robo y la depauperación de la clase trabajadora.