Brenda Myers-Powell era apenas una niña cuando empezó a
ser prostituta, a principios de los 70. Ella, describe cómo terminó trabajando
en las calles y por qué, tres décadas más tarde, dedicó su vida a asegurarse de
que otras niñas no caigan en la misma trampa. Algunas partes de su testimonio
pueden herir tu sensibilidad.
Desde el principio, la vida me dio limones, pero siempre
traté de hacer la mejor limonada posible.
Crecí en Chicago en la década de los 60. Mi madre murió
cuando yo tenía seis meses de edad. Ella tenía apenas 16 años y nunca supe de
qué murió. Mi abuela, que bebía más de la cuenta, nunca me lo pudo decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!!!